Escapadas de fin de semana en pareja: destinos para disfrutar en el 2025

A solo 40 minutos de la Ciudad de Buenos Aires, el Delta del Tigre es perfecto para una escapada romántica. Un paseo en lancha hasta una cabaña en una isla, rodeados de naturaleza y lejos del ruido, crea el ambiente ideal para descansar.

Durante el día, pueden recorrer el río en kayak, caminar por los senderos de las reservas naturales del delta del Paraná o simplemente relajarse en una hamaca con vista al agua.

Para cerrar la jornada, nada mejor que una cena en alguno de los hermosos restaurantes de la ciudad.

A unos 400 km de Buenos Aires, Sierra de los Padres es una opción ideal para quienes buscan hacer un viaje un poco más largo el fin de semana.

Rodeado de colinas verdes, caminos sinuosos y muy cerca de las playas de Mar del Plata, este destino invita a visitar la Gruta de los Pañuelos y recorrer la Laguna de los Padres en bote.

También pueden alojarse en cabañas con chimenea y disfrutar de una cena íntima con vista a las sierras. Es el plan perfecto para relajarse y olvidarse de todo por un par de días.

A solo 100 km de la Ciudad de Buenos Aires, la Laguna de Lobos es el lugar ideal para quienes buscan un finde de tranquilidad sin alejarse mucho de la ciudad.

Pueden hospedarse en alguna de las estancias de la zona, con spa y gastronomía gourmet, o elegir una cabaña con vista a la laguna para levantarse con ese hermoso paisaje.

Durante el día, hay opciones como paseos en kayak, cabalgatas y caminatas por la costanera.

A menos de 90 km de Buenos Aires, Carlos Keen es una escapada ideal para los amantes de la buena comida y el turismo rural.

Este pequeño pueblo es famoso por sus restaurantes de campo, donde se pueden disfrutar almuerzos con asados, empanadas caseras y postres típicos.

Si buscan una noche diferente, hay hospedajes en casas de campo que ofrecen estancias con chimenea y cenas a la luz de las velas.

Bariloche tiene ese “no sé qué” que lo hace perfecto para cualquier ocasión. Con sus aires frescos de montaña, sus paisajes de postal y la calidez de su gente, es imposible no enamorarse del lugar.

Imaginate empezar el día desayunando en una cabaña frente al Nahuel Huapi y después pasear por el Circuito Chico, haciendo paradas en miradores que parecen sacados de una película.

Si te gusta el plan relajado, podés disfrutar de una tarde en Colonia Suiza probando tortas fritas o una cerveza artesanal en una mesa al aire libre. Pero si preferís algo más activo, ¿qué tal un paseo en kayak, una caminata por alguno de los cerros o una cabalgata entre bosques?

Y no podemos olvidarnos del chocolate: Bariloche es la capital nacional del chocolate, así que una visita a sus chocolaterías es prácticamente obligatoria. Una taza de chocolate caliente nunca está demás a pesar de que sea verano, suena a un plan perfecto, ¿no?

Mendoza es sinónimo de romance y elegancia, un lugar donde los viñedos se extienden al pie de la Cordillera de los Andes, creando paisajes que parecen diseñados a propósito para las postales.

Un paseo por las bodegas de Luján de Cuyo o el Valle de Uco es la actividad perfecta para una pareja. Desde catas de vino guiadas hasta almuerzos bajo pérgolas rodeadas de parras, cada momento en Mendoza tiene su toque especial.

¿Te imaginás un picnic privado entre viñedos? Muchas bodegas ofrecen experiencias así, pensadas exclusivamente para enamorados.

A veces, la felicidad está en las cosas simples. Tandil es de esos lugares que te invitan a desconectar del ruido de la rutina y apreciar lo que realmente importa. Las sierras, los paisajes tranquilos y la sensación de estar lejos de todo (aunque a pocas horas de la ciudad) hacen de este destino una elección perfecta para parejas que buscan calma.

Pueden comenzar el día recorriendo el Cerro El Centinela o caminando alrededor del Lago del Fuerte, donde incluso pueden alquilar un botecito para remar juntos. Al mediodía, nada supera una buena picada tandilense: quesos, salames y cervezas artesanales que parecen haber sido creados para compartir.

Villa General Belgrano tiene un encanto que es difícil de explicar. Sus casitas alpinas, sus calles rodeadas de sierras y ese aire de pueblo detenido en el tiempo hacen que sea un lugar perfecto para un fin de semana en pareja.

La gastronomía es uno de los puntos fuertes del lugar. Desde una fondue de queso en una noche fresca hasta chocolates artesanales que podés disfrutar mientras paseas por el centro, todo en Villa General Belgrano invita a compartir y disfrutar sin apuros.

Y si tenés ganas de un poco más de aventura, no podés dejar de visitar La Cumbrecita. Este pueblo peatonal es pura magia: senderos que llevan a cascadas, rincones escondidos ideales para fotos en pareja y una tranquilidad que parece de otro mundo.

Al final del día, Villa General Belgrano tiene todo lo necesario para que cada momento se sienta especial.

San Rafael tiene esa capacidad de adaptarse a cada pareja. Si buscan aventura, el Cañón del Atuel ofrece actividades como rafting, trekking y paseos en catamarán. Pero si lo que prefieren es relax, Los Reyunos es el lugar perfecto: un embalse de aguas cristalinas donde podés disfrutar de un día tranquilo rodeado de naturaleza.

El sur de Mendoza también es conocido por sus bodegas boutique. Muchas de ellas ofrecen visitas personalizadas, degustaciones y hasta la posibilidad de armar tu propio blend para llevarte como recuerdo de un fin de semana inolvidable.

Lo mejor de San Rafael es que combina lo mejor de ambos mundos: la adrenalina de la aventura y la serenidad de sus paisajes. Es un destino donde cada momento tiene su propia magia.